Medicina para el alma
Querida amiga, Mimis linda Has estado en los días de tormenta y en los días despejados, en los momentos dulces y amargos, en las noches de vacío y en las mañanas repletas de sentimientos. Me acompañas en la cercanía y en la distancia, en los momentos de transformación y evolución, como también en los de quietud y retroceso, de fuerza imparable y debilidad irremediable. Nos hemos empoderado, pero también nos hemos quebrado, Nos hemos acompañado en momentos ordinarios y extraordinarios. Una amistad inquebrantable que ha perdurado con los años. Quizás no te das cuenta de cuántas veces me has aliviado, y salvado, como medicina para el alma. La vida es más liviana contigo. El mundo necesita tu empatía y justicia. Que miles de bendiciones lleguen a ti, que en los momentos de incertidumbre y tristeza siempre haya una luz y una guía, que nos irradies con tu originalidad y felicidad, que viajes ligera, sin prisa, amando cada proceso y paso que das. Mi amiga: la fuerte, la amable, la bondad...